martes, 5 de junio de 2012

PROTECCIÓN SOLAR SALUDABLE

Con la llegada del verano volvemos a disfrutar del buen tiempo, del aire libre y del sol.
El sol mejora nuestro estado de ánimo, favorece que tengamos unos huesos más fuertes, y nos proporciona un aspecto saludable.

Sin embargo la exposición excesiva sin protección a la radiación solar puede producir insolación, quemaduras, envejecimiento cutáneo, fotodermatosis o incluso inducir al desarrollo de un cáncer de piel. Todos estos efectos perniciosos están producidos por radiaciones del espectro ultravioleta B, el ultravioleta A y el infrarrojo.

Beneficiémonos del sol, y protejámosnos de los efectos de una exposición incontrolada.

¿Todos debemos protegernos de las radiaciones solares?


Todos debemos tomar las debidas precauciones cuando nos exponemos al sol. Las prendas de ropa, las gafas de sol y los fotoprotectores son nuestros aliados.

Debemos aplicarnos el fotoprotector media hora antes de que comenzar la exposición al sol en la playa, el campo, el trabajo, etc. 


En la playa hay tres situaciones que siguen siendo delicadas aunque no las percibamos así. Primero durante el baño sequimos recibiendo radiaciones porque el agua las deja pasar . También bajo la sombrilla estamos expuestos porque la arena refleja esas radiaciones. Y no olvides que en los días nublados puedes quemarte si bajas la guardia porque las radiaciones ultravioleta A y ultravioleta B atraviesan las nubes, llegando a nosotros.


Recuerda utilizar una cantidad adecuada y suficiente de fotoprotector en todas las zonas expuestas al sol.

¿Existen situaciones que nos hacen aún más sensibles al sol?


Se tiene que prestar atención especial a la fotoprotección solar en determinadas circunstancias que nos hacen aún más sensibles al sol:


-La intensidad de la radiación es mayor de 12 a 16 h, franja horario en la que debemos extremar la precaución.
-Los individuos con la piel muy clara son más sensibles a las quemaduras: pelirrojos o rubios, y personas con problemas de pigmentación de la piel.
-Los bebes no deben exponerse directamente al sol.


-Los niños tienen una piel muy fina y delicada, más sensible a las quemaduras y que además hace al niño más propenso a la deshidratación. Ademas de aplicarles el fotoprotector, déles de beber con frecuencia.
-Las embarazadas experimentan cambios hormonales que favorecen la aparición de manchas en el rostro u otras partes del cuerpo.




-Las personas en tratamiento con medicamentos fotosensibilizantes: Antinflamatorios, antihistamínicos, anticonceptivos orales, etc.
-Existen otras muchas situaciones que nos hacen más sensibles  a los efectos nocivos de una exposición prolongada al sol: fotoalergia, acné, etc.

Para evitar problemas en todas estas situaciones, sin renunciar a los efectos beneficiosos del sol, debemos utilizar un fotoprotector adecuado.

¿Quieres saber más?

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