martes, 9 de julio de 2013

LA HIDRATACIÓN EN VERANO

La deshidratación, un problema de salud  del verano

El agua supone el 60 % del peso corporal total de nuestro cuerpo. Cumple muchas funciones esenciales para nuestra vida. Una pérdida de un pequeño porcentaje de agua puede afectar seriamente a nuestra salud. Por ello el cuerpo tiene mecanismos que regulan tanto la sensación de beber, para reponer las pérdidas, como la cantidad de agua que se pierde por orina, y heces.

El mantenimiento de la temperatura corporal también es fundamental para estar sanos. Y en verano con el calor, el cuerpo mantiene su temperatura, y pierde calor mediante la sudoración, que es la evaporación de parte  del agua que tenemos en nuestro cuerpo. En esta estación del años somos mas propensos a la deshidratación.

Como norma general, todos deberíamos de aumentar la ingesta de agua, y protegernos del calor en las horas en las que la canícula estival aprieta. Un adulto normal, por ejemplo, debería beber al menos dos litros y medio al día. Y no es oportuno sustituir esta ingesta por bebidas alcohólicas, café o té porque el efecto diurético de las mismas contrarresta parcialmente la hidratación que conseguimos con el gesto de beber. Los deportistas por su parte, deberían limitarse a hacer ejercicio físico en las horas mas frescas del día, por la mañana, o en la puesta de sol.

 
Protejamos a los niños y las personas mayores de la deshidratación

Son especialmente vulnerables a la deshidratación los niños y los ancianos, y deberán ser objeto de nuestra atención.

En el caso de los ancianos el reflejo de la sed puede estar debilitado, de manera que no tengan ganas de beber, aún cuando sufran cierto grado de deshidratación. También pueden dejar de beber lo necesario de manera premeditada, porque tienen miedo a  necesitar orinar en situaciones inoportunas, o porque sufren incontinencia. Ademas de animar a beber a nuestros mayores, deberemos vigilar que no queden expuestos al calor durante mucho tiempo.

Los bebes y niños pequeños son especialmente propensos y vulnerables a deshidratarse: Hay que protegerles también del calor, y darles de beber agua frecuentemente. No debemos sustituir el agua por bebidas refrescantes azucaradas porque la ingesta frecuente de estas se asocia con obesidad infantil y caries dental.

Si quieres mas información de este tema puedes consultar estos consejos del ministerio de sanidad